viernes, 25 de junio de 2010

"Nosotras, las mujeres, cuando le buscamos un sentido a nuestra vida, o le camino del conocimiento, siempre nos identificamos con uno de los cuatro arquetipos clásicos.

La Virgen (y no hablo de sexualidad) es aquella cuya búsqueda se da a través de la independencia completa, y todo lo que aprende es fruto de su capacidad para afrontar sola los desafíos.
La Mártir descubre en el dolor, en la entrega y en el sufrimiento una manera de conocerse a sí misma.
La Santa encuentra en el amor sin límites, en la capacidad de dar sin pedir nada a cambio, la verdadera razón de su vida.
Finalmente, La Bruja busca el placer completo e ilimitado, justificando así su existencia."

La Bruja de Portobello; Paulo Coelho

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